30.12.06

El Extranjero


Mendigo, Jean-Luc Mége

Me abrí a mí mismo a la gentil indiferencia del mundo.
El Extranjero (1942), Albert Camus (1913 – 1960)


Uno de los enigmas más insondables de 2006 es qué llevó al presidente George W. Bush, quien no tiene reparos en admitir su aversión por la lectura, a ponerse a leer la novela El extranjero, de Albert Camus.

La noticia la dejó caer el vocero presidencial, Tony Snow, apenas como un detalle trivial en el marco de las actividades no menos triviales del presidente norteamericano, durante sus vacaciones de agosto en su estancia de Crawford, Texas. Alguien le preguntó si el presidente había leído algún libro y Snow contestó que había leído El extranjero, de Camus, que lo encontró “interesante y fácil de leer” y hasta lo habían discutido brevemente.

El artículo completo, acá


26.12.06

El Art Decó o la elegancia de las líneas - Louis Lozowick


A través de los cables del puente de Brooklyn, 1938


Detroit (Geometria Urbana), 1925 - 1927


 Sobre la ciudad, 1932

Louis Lozowick (1892 - 1973), realiza sus obras, en especial litografías, con la ciudad como protagonista. El cuerpo de la ciudad irá redefiniéndose a medida que Lozowick experimente con diferentes estilos. En la década de 1920 su obra está cercana al constructivismo y al expresionismo, para terminar en el Art Decó en la década de los ´30. El estilo nunca pertenece de forma estricta a alguna de estas escuelas, pero es notable el cambio del uso del color al blanco y negro, o más bien un gris sepia de sus trabajos posteriores.
La transformación se da también a través de un distanciamiento, si se tiene en cuenta la visión asimétrica de la ciudad, en una perspectiva de abajo hacia arriba en sus primeros trabajos, a las vistas aéreas de edificios (y a veces cuerpos obreros), angulosos y rígidos de las litografías posteriores. Su obra siempre se preocupó por explorar la condición humana en el contexto de la producción capitalista en la ciudad norteamericana. Lozowick no hace más que seguir el camino desgarrado y ambivalente de otros artistas de su época, y del art decó en particular, que deseó la construcción de un mundo sufriendo la destrucción de otros.


Más imágenes de la obra de Lozowick acá y acá


22.12.06

Todos los animales salen de noche




"Loneliness has followed me my whole life. Everywhere. In bars, in cars, sidewalks, stores, everywhere. There's no escape. I'm God's lonely man."

"La soledad me ha seguido toda mi vida. En todos lados. En bares, en autos, en las veredas, en las tiendas, en todos lados. No hay escape. Soy el hombre solitario de Dios."

Travis Bickle, Taxi Driver (1976)

21.12.06

El Art Decó o la elegancia de las líneas - Adolphe Mouron Cassandre


Vin Nicolas


L.M.S. Best Way, 1928


Pathé, 1932

Un póster está para ser visto en la calle. Debería integrar los grupos arquitectónicos y enriquecer las fachadas que se extienden. Debería animar no al cartel publicitario individual o al edificio, sino más bien a los grandes bloques de piedra y al vasto espacio como un todo.
Cassandre.

Con Adolphe Mouron Cassandre (1901 –1968), el Art Decó adquiere un uso publicitario, al mismo tiempo que define la imagen de un estilo y una época que ha quedado como estética del mundo de entreguerras. El impacto de los diseños, elegantes e imponentes, sirve bien a las intenciones de mostrar el avasallante poderío del capitalismo industrial, en el mismo momento que pasaba por su peor crisis.
Los diseños van desde la venta de productos comestibles hasta la publicidad turística. Lo que se privilegia es ciertos aspectos del mundo burgués: el buen vino, el tocadiscos, el trasatlántico. Cassandre logra colocar ese mundo en sus cuadros y transformarlo, devolviendo su figura como en un espejo. Sus imágenes estaban diseñadas para poder ser vistas desde vehículos que viajaban a gran velocidad. La belleza que propone Cassandre es aquella que existe en un mundo en movimiento, y su innovación remite a la necesidad de crear nuevas formas para nuevas realidades. El impacto del diseño gráfico Art Decó sería utilizado por los regímenes totalitarios que surgían en Europa, y a los cuales, irónicamente, enfrentaría Cassandre quien sirvió en el ejército francés durante la 2da Guerra.
Su trabajo siguió siendo el diseño, y en 1963 crearía el famoso logo de Yves Saint Laurent. Poco después, en 1968, víctima de una severa depresión, se suicidaba en París. Aquel año de aquella década terminaba con una forma de entender el mundo, un mundo en el cual Cassandre había creado y luchado. Nos queda como legado la belleza de sus diseños, que nos tientan a seguir con la punta de los dedos esas líneas de oscura elegancia.


Galería con diseños de Cassandre

Animación en homenaje a Cassandre




18.12.06

La Vida es Sueño



Grabado español de La Vida es Sueño (1846)

Es verdad; pues reprimamos

esta fiera condición,

esta furia, esta ambición,

por si alguna vez soñamos;

y sí haremos, pues estamos

en mundo tan singular,

que el vivir sólo es soñar;

y la experiencia me enseña

que el hombre que vive, sueña

lo que es, hasta despertar.

Sueña el rey que es rey, y vive

con este engaño mandando,

disponiendo y gobernando;

y este aplauso, que recibe

prestado, en el viento escribe,

y en cenizas le convierte

la muerte, ¡desdicha fuerte!

¿Que hay quien intente reinar,

viendo que ha de despertar

en el sueño de la muerte!

Sueña el rico en su riqueza,

que más cuidados le ofrece;

sueña el pobre que padece

su miseria y su pobreza;

sueña el que a medrar empieza,

sueña el que afana y pretende,

sueña el que agravia y ofende,

y en el mundo, en conclusión,

todos sueñan lo que son,

aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí

de estas prisiones cargado,

y soñé que en otro estado

más lisonjero me vi.

¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es pequeño;

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son.

La vida es sueño (1673)

Pedro Calderón de la Barca (1600 - 1681)

Más obras del autor



 

15.12.06

El Art Decó o la elegancia de las líneas - Tamara de Lempicka



Autorretrato, 1929



Retrato del Marqués d´Afflito, 1925


 
La Música, 1929

Tamara de Lempicka - Maria Górska – (1898 – 1980) es una presencia clave en el desarrollo del estilo pictórico del Art Decó. Su vida, marcada por el devenir de la política europea desde la Revolución Bolchevique en adelante, está signada por la pertenencia al mundo de una aristocracia decadente, y al mismo tiempo por la ruptura con las formas y normas que reglaban el comportamiento femenino de ese momento. El cuerpo mismo de la autora construye una relación somática con su obra, y viceversa, en un ambiente de frialdad perturbadora, de rostros siniestros y desafectados, distantes, perversos.
Los motivos de sus cuadros varían entre el retorno a cierto pathos renacentista y el retrato ultramoderno, un uso de los colores y las luces en movimiento, de la elegancia rectilínea, por momentos oníricos…o pesadillescos. Los colores primarios resaltan en el plano, rodeados a menudos de grises y negros; las figuras son rescatadas y embellecidas, aún cuando se nos revelan como repugnantes en los cuerpos de una elite despreciable y acabada.
Lempicka es la contradicción, con su bisexualidad, su título de condesa, su abandono de lo europeo por lo norteamericano, su angustia entre ser artista y dama de la alta sociedad y al mismo tiempo madre abandónica de su única hija Kizette, a quien amaba profundamente. Renuncia al arte a principios de la década del ´60, cuando sus trabajos no son bien recibidos, y resurge a partir de los ´70, para morir poco después, en 1980, cuando comenzaba a transformarse en objeto de culto.
Peor que ser mujer, es no serlo. Y el no serlo, no remite solo a una cuestión de género, a una probabilidad del invariante biológico, sino a constituirse como tal en un momento dado, en un tiempo y sus reglas, sus límites y sus posibilidades. Lempicka descubrió que, a menudo, la máscara es la cosa, y no hay más que superficie. Su cubismo soft, como ha sido denominado – no sin cierto desprecio - su estilo, evoluciona más allá del mero ejercicio aristocrático destinado a agradar a los iguales, y nos revela a una mujer desgarrada viviendo en un tiempo y en un mundo igualmente desgarrados. En su caso, el éxodo no implica el abandono de la elegancia, aunque tal vez sí el abandono de muchas otras cosas. “El estilo es el hombre”, decía Thomas de Quincey. O, en este caso, la mujer.


Más obras de Tamara de Lempicka, acá



13.12.06

La Muerte le sienta bien




Es un hijo de puta. Pero es nuestro hijo de puta.
Henry Kissinger (1923)

A la muerte de un canalla
....................................................
OBITUARIO CON HURRAS
Por Mario Benedetti (1920)

Vamos a festejarlo, vengan todos
los inocentes
los damnificados
los que gritan de noche
los que sueñan de día
los que sufen el cuerpo
los que alojan fantasmas
los que pisan descalzos
los que blasfeman y arden
los pobres congelados
los que quieren a alguien
los que nunca se olvidan
vamos a festejarlo, vengan todos
el crápula se ha muerto
se acabo el alma negra
el ladrón
el cochino
se acabo para siempre
hurra
que vengan todos,
vamos a festejarlo
a no decir
la muerte
siempre lo borra todo
todo lo purifica
cualquier día
la muerte no borra nada
quedan
siempre las cicatrices
hurra
murió el cretino,
vamos a festejarlo
a no llorar de vicio
que lloren sus iguales
y se traguen sus lágrimas

se acabó el monstruo prócer
se acabó para siempre
vamos a festejarlo
a no ponernos tibios
a no creer que este
es un muerto cualquiera
vamos a festejarlo,
a no volvernos flojos
a no olvidar que este
es un muerto de mierda.





 

12.12.06

El Art Deco o la elegancia de las líneas - Erté



2, de La Serie de los Numerales



Amazona, 43 cm x 32 cm x 12 cm

Admitiré de una vez mi debilidad por el Art Decó. Su uso posterior por parte de regímenes dictatoriales y totalitarios no logra socavar su belleza, elegancia y esplendor originales. El Art Decó, creo yo, deviene en una mirada de fría y refinada cautela ante un mundo en decadencia, demencial y sanguinario. El estoicismo con estilo no deja de tener sus implicancias políticas, pues el arte puro no existe. Con Erté (1892 - 1990), lo que vemos, o mejor dicho experimentamos, es un goce de la estética por la estética misma. Los cuerpos estilizados, a menudo en soledad, nos hace apreciar el derecho a ser bellos aún en la más absoluta de las oscuridades.
En sus series de numerales y letras, Erté lleva su arte al límite de la insinuación, sin caer en un modo explícito, de lo erótico. Los cuerpos ya no están solos, pueden encontrase combinándose, disfrutándose, multiplicándose. La creación, el goce y la estética sintetizados en figuras geométricas y límites matemáticos. Una forma refinada de entender la belleza, en un mundo en el cual suele estar desterrada.


Más obras de Erté, acá y acá


 

7.12.06

La Risa Ingeniosa



No hay tal cosa como un libro moral o inmoral. Los libros están bien escritos, o mal escritos. Eso es todo.
Oscar Wilde (1854 – 1900)


En La importancia de llamarse Ernesto (1895), Wilde nos introduce al mundo de la burguesía victoriana londinense a través de la ironía y de la sátira moral, pero sobre todo a través de un juego de espejos con múltiples significados. Así, desde el título se advierte la intención del autor: en inglés, The Importance of Being Earnest se refiere tanto al nombre Ernesto como a ser honrado (earnest). Esto es imposible de traducir ya que el verbo being significa ser, de ahí que lo de ser Ernesto y ser honrado se mantenga como un juego de palabras gracias a la fonética similar que resulta de su pronunciación en inglés. En todo caso, para hacerle honor al título, y aunque la rima sea desafortunada, podríamos igualar Ernesto a honesto.

Sigue acá


4.12.06

El Amor es el Diablo - Safo de Lesbos



 Mosaico de Safo en Pompeya

Un cierto anhelo de morir me domina
y de ver las riberas del Aqueronte
florecidas de loto...

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Eros de nuevo, embriagador me arrastra,
dulciamarga, irresistible bestezuela.

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Se han sumergido la luna y las Pléyades, media
noche, pasan las horas y yo, duermo sola.

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Amor: zarandea mis sentidos, como el viento
en la montaña acomete a las encinas.

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... yo te buscaba y llegaste,
y has refrescado mi alma que ardía de ausencia.

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Qué puedo hacer, no lo sé: mis deseos son dobles.

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Safo de Lesbos (ca. 650 - 580 adC)

Más poesías de Safo, acá

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2.12.06

Algo está podrido en Dinamarca...


Hamlet y Ofelia
Dante Gabriel Rossetti (1828 - 1882)

Ser o no ser: ése es el dilema./ Si es más noble a la mente sufrir/ los hondazos y las flechas de una suerte ultrajante/o tomar armas contra un mar de contrariedades/ y, combatiéndolas, acabar con ellas. Morir..., dormir;/nada más; y pensar que con un sueño damos fin/ a la angustia y a los mil conflictos naturales/ que son la herencia de la carne: es un final/para desear con devoción. Morir, dormir;/ dormir, tal vez soñar. Sí, el problema es/cuáles sueños serán, en ese letargo de la muerte,/ cuando nos hayamos arrojado al torbellino mortal,/ los que nos darán tregua. Es ese aspecto/ el que da tan larga vida al infortunio;/ pues, ¿quién soportaría los ultrajes y desdenes del tiempo,/ los agravios del opresor, las afrentas del soberbio,/ los pinchazos del amor desdeñado, la demora de la ley,/ las insolencias del poder y los desprecios/ que el mérito paciente recibe de la injuria,/ cuando uno mismo podría darse paz/ con un simple estilete? ¿Quién querría llevar cargas tales,/ gemir y sudar bajo el peso de una vida agobiante,/ si no fuera que el miedo al más allá de la muerte,/ la desconocida región de cuyos confines/ ningún viajero vuelve, desconcierta la voluntad/ y nos hace soportar las penas que tenemos/ en vez de lanzarnos a otras que desconocemos?/ Así, la conciencia nos hace a todos cobardes/ y así el matiz innato de resolución/ se desmaya en el tinte pálido del pensamiento,/ y las empresas de gran aliento o importancia,/ por ese reparo, se descarrilan/ y pierden el nombre de acción...

Hamlet (1600/1602)
William Shakespeare (1564 - 1616)